Monografias.com > Uncategorized
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Caracterización de áreas marañoneras (página 2)




Enviado por leonel



Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, , 3

 

2.
Materiales y
métodos

El trabajo se
llevó a cabo durante los años 2002 al 2005 en el
consejo popular "Willian Soler" de Peralejo, el cual posee una
extensión territorial de 48.88 km2, en el que
conviven 3 556 habitantes. El mismo se sitúa a 15 km de la
Ciudad de Bayamo y a unos 2 km de la Universidad de
Granma y del Instituto de Investigaciones
Agropecuarias "Jorge Dimitrov" (IIAJD). Las actividades fueron
orientadas y monitoreadas por la Asociación Cubana de
Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), la
Escuela de
Capacitación del MINAG y el IIAJD, como
parte de la iniciativa local: Fruticultura
Comunitaria-Participativa, que allí se ejecuta desde 1998
(Aguilera et al., 2003c). Para tenerse una
visión objetiva de la situación general imperante,
se realizó un diagnóstico al inicio.

2.1 Diagnóstico inicial

Se aplicó una encuesta
diseñada a priori (Anexo 1) al 35% de la comunidad y se
realizaron entrevistas a
10 informantes claves de la misma. Estos lo constituyeron
personas que moran en el lugar desde hace muchos años y
han vivido diferentes etapas de cambio en su
entorno; también por algunos que han estado atentos
de la erosión
genética
del marañón y sus implicaciones, y finalmente por
representación del gobierno local.
Adicionalmente, se ejecutaron recorridos observacionales para
determinar coincidencias entre los datos obtenidos
por las fuentes
mencionadas y la percepción
de los investigadores. Dichas observaciones focalizaron la
situación de los recursos
fitogenéticos ?básicamente del
marañón o anacardo (Anacardium
occidentale L.)?, el comportamiento
del suelo y el efecto
antropogénico en las áreas objeto de
estudio.

La aplicación de los dos instrumentos: encuesta y
entrevista, se
facilitó con la participación de los niños
del círculo de interés
Amigos de la Naturaleza de
la Escuela Primaria José Tey Blancard y de la ACTAF, a
través de su Órgano de Base en dicha Comunidad,
denominado "Fruta Tropical". Como es conocido, estos instrumentos
pueden predisponer al encuestado o entrevistado, por lo que se
limitó la presencia de los investigadores y, se
potenció la participación de los propios
comunitarios en obtener los resultados. De esta manera, se
evitaron en las respuestas la influencia de algunas variables
ajenas, de acuerdo a como lo señala Hernández
(2003); por ejemplo: efectos causados por la presencia del
investigador, variables relacionadas con las formas de
actuación y de respuesta de los sujetos investigados,
deseabilidad social, aprensión evaluativa y expectativas
del investigador.

  1. Fundamentalmente la evaluación de la
    biodiversidad se dirigió a los recursos
    fitogenéticos; para conocer la influencia que la
    deforestación del
    marañón o la conservación in
    situ
    ha provocado en el resto de las especies vegetales
    que con el cohabitan. Para esto, se seleccionaron dos
    áreas de estudio con unas 5 ha de extensión
    en cada caso: una deforestada y otra conservada.

    Se trazó un esquema de muestreo
    (Fig. 1), donde el recorrido se hizo en líneas
    paralelas y en zig-zag, recomendado por Irondo (2001) para
    evaluar zonas secas de vegetación no muy tupida. Los puntos
    de observación y colección de
    muestras (POM) para elaborar un inventario, estuvieron separados por unos 50
    m. De modo que el recorrido en zig-zag, dibuja un
    desplazamiento lineal doble, donde se dejará notar
    una triangulación. Al repetirse dos veces, de manera
    paralela, si se cuadricula imaginariamente el área
    muestreada, se deduce que los datos obtenidos son altamente
    representativos del área total. En cada POM se
    exploró 1 m2. Este segmento de muestreo
    se delimitó por un marco de madera
    diseñado a tal efecto, para las plantas
    de porte herbáceo.

    Fig. 1 Esquema aplicado para el muestreo de
    biodiversidad y de suelo. A: Área deforestada y B:
    Área en conservación in
    situ
    .

    A medida que se realizó el desplazamiento,
    en los nuevos POM se revisó minuciosamente si ya se
    tenían identificadas las especies que allí se
    encontraban, tanto del reino vegetal como animal. En los
    casos en que no eran conocidas por el equipo que
    realizó el
    trabajo, se colectaron y se colocaron, a manera de
    herbario (especies vegetales), en papel periódico para su traslado: hojas,
    flores, frutos, ramas u otros órganos prominentes
    que permitieran la posterior clasificación por un
    especialista en taxonomía.

    El mencionado equipo tenía en su
    composición a habitantes de la comunidad
    ?conocedores de la flora y fauna
    del lugar? que contribuyeron al reconocimiento de las
    especies, a través de los nombres vulgares. Los
    nombres menos comunes, con gran posibilidad de influencia
    antrópica zonal, también se sometieron al
    examen del taxónomo. Las especies del reino animal
    se registraron por simple inspección visual
    alrededor de la zona de muestreo.

    1. Aplicación de índices de
      diversidad biológica
  2. Evaluación relativa de la biodiversidad (diversidad
    β)

Las especies identificadas procedieron del muestreo
antes enunciado. De modo, que se trabajó con dos muestras:
una correspondiente al área deforestada y la otra al
área bajo conservación in situ. En cada una
de ellas se encontraron las especies representativas de cada
lugar. También se dispuso de la cantidad de individuos
promedio de las especies en cada muestra.

Para conseguir toda esta información, se trabajó muy
delicadamente durante el proceso de
muestreo, para que no quedase sin contabilizar ningún
representante de la especie detectada, en los POM. Sin embargo,
para estos análisis solamente se tomaron en cuenta las
especies vegetales, pues las del Reino Animal, se registraron con
la única finalidad de ofrecer alguna información
secundaria acerca de su permanencia en la zona de interés
investigativo. Por tal razón es que se analiza la
biodiversidad de manera relativa.

Para conocer la biodiversidad de ambas áreas de
estudio, se aplicaron los siguientes índices de diversidad
biológica:

  • Número de individuos (N)
  • Riqueza de especies (S)
  • Índice de Shanon (H?)

Entonces, para conocer las medidas de similaridad entre
las dos áreas (diversidad β), se utilizó el
índice de Sorenson.

A través del paquete estadístico
especializado para cálculos de diversidad biológica
FRANJA (1993) se formaron las matrices de
datos que permitieron su procesamiento, y poder
determinar todos los índices, tanto de diversidad como de
similitud. Dicho paquete estadístico, facilita un
procesamiento rápido de la información, ofrece
indicaciones adicionales y recomendaciones específicas.
Normalmente, resulta trabajosa la aplicación manual de estos
índices; además, por esta vía, se evita la
incertidumbre de frecuentes errores o contradicciones en las
fórmulas que aparecen en varias literaturas.

  1. Análisis de suelo

Las muestras fueron colectadas de los POM. Con auxilio
de una barrena, se obtuvieron muestras a una profundidad promedio
de unos 5 a 10 cm en el suelo deforestado, y hasta 20 y 40 cm en
el área conservada in situ. En algunos puntos, la
capa arable escasamente llegaba a 5 cm, y en otros no
existía, pues afloraba el material de origen y por
segmentos el suelo estaba esquelético. Posteriormente, se
conformó una muestra por área. Se depositaron en
bolsas de polietileno, debidamente identificadas con los
siguientes datos: fecha, lugar específico según la
clave que se manejó para identificar cada punto de
muestreo, nombre de la persona que
muestreó y puntos que fueron homogenizados.

En el Departamento Provincial de Suelos y
Fertilizantes, perteneciente al MINAG, se realizaron los
análisis de dichas muestras. Estos se repitieron cuatro
veces; donde se determinó el pH en KCl y
H2O, P2O5 (meq/100g de suelo),
K2O (meq/100g de suelo), sales solubles totales (%),
materia
orgánica (%) y los siguientes cationes (meq/100g de
suelo): K+, Na+, Ca++ y
Mg++. Las determinaciones analíticas se
efectuaron a través del conocido método de
Oniani. Los datos no expresados en porcentaje se sometieron a una
prueba de t-Student para su análisis estadístico
(p<0.001), a través de Statistica 5.1 (StatSoft,
2000).

2.4 Conservación in situ

El área no deforestada posee una considerable
densidad de
árboles. La mayoría de ellos
compuestos por marañón y otras especies
acompañantes en su mismo hábitat; sin embargo, el bosque no estaba
atendido, por lo que de manera participativa con la comunidad, se
acordó que se priorizara a lo que se le llamó
"las cuatro tareas de oro"
:

  • Eliminación de plantas invasoras y
    trepadoras.
    Se hizo con machetes bien afilados, y con
    suficiente precaución para no dañar a los
    árboles.
  • Poda de saneamiento post-cosecha, encaminada
    a eliminar comejenes, gajos rotos o secos. Se hizo con
    serruchos.
  • Poda de rehabilitación, enfocada a
    tratar de recuperar árboles muy afectados, pero que
    potencialmente pudiesen extender su vida productiva. Se hizo
    con serruchos.
  • Sellar el bosque con nuevas plantas
    producidas en la misma área objeto de estudio. Se
    usó la siembra directa y el aviveramiento para
    transplante.
  1. Primeramente se seleccionaron árboles
    elites para obtener nueces (semillas) de alta calidad;
    entiéndase: sanas, prominentes, vistosas, portadoras
    de pedúnculos grandes, sanos y jugosos. Una vez
    colectado el fruto, se desprendieron las nueces del
    pedúnculo y se lavaron con agua
    corriente hasta remover todos los restos de jugo y
    suciedades propias del proceso de cosecha. Entonces, se
    secaron al aire y se
    depositaron en bolsas de polietileno, donde permanecieron
    hasta su uso fuera para la siembra directa o para el
    aviveramiento.

    El vivero se construyó de forma
    rústica, debajo de los propios árboles, pero
    de forma tal que se garantizó la penetración
    de luz
    solar: sobre todo en la mañana y el medio
    día. Se emplearon bolsas de polietileno negro de 1
    005 cm3 de capacidad, las cuales
    contenían un sustrato compuesto por una mezcla de
    suelo proveniente del área boscosa y materia
    orgánica (compost elaborado con estiércol
    vacuno y desechos del bosque) en proporción de 2:1.
    Se plantó una semilla por bolsa, con la parte
    más ancha hacia arriba y a una profundidad de unos 2
    cm. Para el riego se utilizó regadera, sin provocar
    encharcamientos. Durante los primeros 25 días una
    vez en la mañana. A partir de este momento, se
    regaron en días alternos hasta su transplante en
    campo, lo cual ocurrió a los 45 días de
    aviveramiento.

    La siembra en las bolsas se hizo a inicios de mayo
    y se transplantó a mediados de junio. Esto siempre
    ocurrió en las cosechas de los años 2002 al
    2004.

    Anteriormente se explicaron los procedimientos generales del aviveramiento;
    no obstante, durante esta etapa se consideró que tal
    vez la imbibición de las semillas y la forma (Rojo y
    Amarillo) pudieran ser posibles causas que influyeran en la
    heterogeneidad de las poblaciones aviveradas, y del
    crecimiento y desarrollo en esta fase.

    Con la estructura de diseño completamente aleatorizado, se
    realizaron dos pequeños experimentos independientes para comprobar
    lo antes expuesto. Se prefirió hacerlo así de
    simple, por responder a la participación del
    Círculo de Interés Amigos de la Naturaleza
    (CIAN), compuesto por niños de la Escuela Primaria
    José Tey Blancard y al Comité de Investigación Agrícola Local
    (CIAL), integrado por trabajadores de la finca, maestros de
    la mencionada escuela y otros campesinos. De esta manera,
    se logró una investigación participativa, y
    los implicados de la comunidad pudieron entender e
    interpretar mejor los resultados que gracias a su
    incidencia se obtuvieron. El CIAN y el CIAL estuvieron
    vinculados desde la concepción, el establecimiento,
    hasta la evaluación de las distintas
    variables.

    1. Las nueces se imbibieron en agua corriente
      durante 0, 24, 48 y 72 horas. Al culminar cada periodo
      se sembraron en las bolsas de polietileno. Se
      establecieron cuatro réplicas. El tamaño
      de la población fue de 40; lo que
      respondió a 10 individuos por tratamiento. El
      tamaño de muestra fue igual a 24. Se evaluaron
      las siguientes variables: Inicio de la
      germinación (IG) en días, porcentaje de
      germinación (PG) (%), altura de la planta a los
      22 días (AP) (cm): midiéndose desde la
      inserción del tallo con la raíz hasta la
      yema apical, número de hojas a los 22
      días (NH). Las dos primeras variables se
      registraron por observaciones diarias durante los
      primeros 20 días, y las últimas por
      muestreo a los 22 días. Los datos relacionados
      con IG, AP y NH se analizaron estadísticamente
      con ANOVA de clasificación simple, para
      p<0.05, y las medias se compararon con la prueba de
      Duncan; para lo que se empleó el paquete
      estadístico Statistica 5.1 (StatSoft,
      2000).

    2. Evaluación de la imbibición de
      las nueces
    3. Evaluación de las formas ?Rojo? y
      ?Amarillo?

    En un experimento muy sencillo, se procedió
    de manera similar al caso anterior, con la particularidad
    de solamente tener dos tratamientos: uno compuesto por
    marañón amarillo (MA) y otro por
    marañón rojo (MR). Las semillas se imbibieron
    durante 48 horas antes de la siembra. Se evaluó el
    PG (%), la AP en cm, el NH y el color de
    las mismas (verde intenso, verde claro, verde amarillento).
    El PG se determinó a los 15 días y para el
    resto de las variables se muestreó a los 40
    días de aviveramiento. Para las variables AP y NH
    los datos se procesaron a través de la prueba
    t-Student y se empleó el mismo paquete
    estadístico indicado en el experimento
    anterior.

  2. Aviveramiento
  3. Transplante

Se realizó a los 30 días de aviveradas las
plantas. Consistió en remover bien la tierra con
azadón, y abrir un hueco con pico, a una profundidad
aproximada de 30 a 40 cm. En el fondo se añadió una
capa de 8 a 10 cm de materia orgánica. Después se
colocó la planta y se cubrió hasta la superficie de
la bolsa con una mezcla de los 10 primeros centímetros de
suelo extraido del hueco, con materia orgánica a iguales
proporciones. Durante los primeros seis meses se
eliminarán las hierbas sistemáticamente del ruedo
de cada planta, a un perímetro de 50 cm2;
siempre con la intención adicional de remover el suelo y
mezclar la materia orgánica procedente del bosque que se
depositó alrededor del tronco.

Se trató de establecer una distancia entre
plantas de 8 x 10 m; lo que estuvo en dependencia de la
composición de árboles silvestres en el área
donde se realizó el sellaje. El propósito fue
lograr una densidad de plantación que oscilara entre 125 a
270 árboles por ha. Se siguió una dinámica del porcentaje de supervivencia
(PS), evaluándose cada 7 días durante dos meses,
basado en una población de 40 individuos.

  1. Indicadores productivos del área
    conservada in situ

Para conocer hasta que punto pueden provocarse cambios
productivos en un área conservada in situ, se
establecieron varios indicadores:
número de árboles (NA) por hectárea: conteo
físico, número de árboles productivos (NAP)
por hectárea: conteo físico, rendimiento total de
nueces en el área boscosa (RN) en t/ha, rendimiento total
de pedúnculos en el área boscosa (RP) en t/ha,
rendimiento total de jugo en el área boscosa (RJAB). Las
tres últimas variables pueden tener un cierto margen de
error, debido a la heterogeneidad de las formas de
marañón, la edad de los árboles, su distribución espacial y su proceso de
recuperación gradual y heterogéneo. No obstante, se
hizo un esfuerzo por aproximar lo más posible a la
realidad todos los registros de
datos que se hicieron; pues en ninguna de las fincas de la zona
se llevaban registros de esta especie, incluso, ni de las
tradicionales con interés comercial.

3.
Resultados y discusión

3.1 Resultados del diagnóstico

El aporte a la encuesta, se hizo de manera equitativa,
entre hombres y mujeres (Fig. 2). Además de los
niños que opinaron, para todos los análisis de la
situación en el momento actual del diagnóstico, se
consideró el punto de vista de los que integran el
Círculo de Interés Amigos de la Naturaleza
(CIAN).

Estas familias cuentan con promedios de 3.5 personas y
salarios de
461.00 pesos mensuales. Todas viven en las inmediaciones de uno
de los segmentos marañoneras más importantes del
Consejo Popular William Soler en Peralejo. Sin embargo, el 46% de
los hombres trabajan fuera de la comunidad en otras actividades
generalmente no agrícolas, y sólo el 15% de las
mujeres están empleadas, el resto son amas de casa. Todas
estas razones influyen sobre las finanzas
familiares, lo cual se acentúa al notarse un descuido en
la explotación y preservación de las
potencialidades del entorno, las que a pesar de no ser
abundantes, sí existen, pero no se usan adecuadamente para
mejorar dicha situación.

No obstante, debe señalarse que el trabajo de
educación
ambiental, que por siete años se despliega en la
comunidad, mediante el CIAN, como parte de la iniciativa local
Fruticultura Comunitaria-Participativa (FCP), indiscutiblemente
ha logrado un impacto y reconocimiento importante. Es por ello,
que un 92% de los encuestados afirman haber participado en dicha
iniciativa y el 100% considera de mucha importancia al
marañón y al resto de los frutales que allí
conviven. El 95% de las familias le dan algún uso
etnobotánico a la mencionada Anardiácea;
destacándose las aplicaciones para tratar diarreas y
gripe.

Otros elementos de mucho interés generados por la
encuesta se enfocan a que en 12.40 cab que ocupan las fincas
donde viven estas familias, cuyo propósito fundamental es
la ganadería,
existen unos 1 200 árboles de marañón. Por
supuesto, unas fincas tienen abundantes, mientras otras poseen
cantidades discretas. Sin embargo, resulta muy llamativo el
interés que los propietarios poseen por sellar 15 ha con
marañón y dedicarlas plenamente a cultivarlo. Como
resultado de la educación
ambiental no sólo se ha entendido el aporte que el mismo
puede hacer al medio
ambiente, sino también a la canasta y a las finanzas
familiares.

Sin embargo, les resulta difícil reconocer su
participación en el deterioro que tiene esta especie en
sus predios y en Peralejo. Solamente un 17% se siente responsable
de tal situación, e increíblemente un 8%
planteó haberlo utilizado con fines energéticos y
realizar quemas en sus tierras. Justamente aquí radica
alguna de las debilidades del uso de la encuesta como herramienta
de diagnóstico, pues no siempre refleja la realidad. Es
por ello, que fue de vital importancia los criterios de los
informantes claves (IC) para triangular la información;
estos permitieron limitar los posibles errores recogidos en la
encuesta. Esta otra herramienta; es decir los IC, aseguraron que
en la década de los años 90, prácticamente
todas las familias de alguna manera talaron total o parcialmente
árboles de marañón para usarlos como
energía en las casas. Durante esa década, estiman
una reducción de los árboles en el orden del 30 al
35% de los que existían anteriormente, y el daño de
alguna manera debió ascender hasta el 50%. Muchos de estos
árboles enfermaron y también
desaparecieron.

De todas maneras, es alentador lo que hasta ahora se ha
hecho, pues existe un nuevo pensamiento
focalizado hacia un cambio de actitud. Se
ilustra con un 75% de los comunitarios que desean y plantean
necesidad de capacitación; mientras un 92% quieren
participar activamente en la iniciativa FCP. Pero sobre todas las
cosas, el 100% están prestos a sembrar
marañón y apoyar las actividades que se realicen en
la zona con vistas a recuperar y conservar in situ esta
especie.

Sobre todo, por la acción
del CIAN, se han rescatado algunas recetas tradicionales de
aprovechar el Anacardium occidentale. Pueden mencionarse:
dulces, jugos, vinos, batidos, refrescos, caramelos y helados,
entre otros. La intensa actividad local que se lleva a cabo en
torno a este
frutal en los últimos años, le ha valido al CIAN
obtener la categoría de Relevante a nivel municipal y
provincial por tres años consecutivos; así como una
representación de la comunidad haber sido invitada por la
Asociación Internacional Slow Food a participar en
Tierra
Madre-Encuentro Mundial de las Comunidades del Alimento,
celebrado en la ciudad de Turín-Italia, en
octubre pasado. Allí intercambiaron con 4 888 delegados en
representación de 1 202 comunidades procedentes de 128
países.

Como resultado de dicho evento, hoy se gestionan varios
proyectos e
intenciones para involucrar a la comunidad en perfilar más
sus acciones hacia
un dimencionamiento del uso y protección del
marañón, que lo convierta en paradigma para
comunidades con similares condiciones. De esta manera, el
diagnóstico permitió conocer mejor a la comunidad,
a los comunitarios, al entorno, a las causas que han originado la
situación actual, a las potencialidades y aspiraciones que
poseen los habitantes para transformar su realidad: que eleve su
calidad de
vida y saneamiento de los agroecosistemas; además, se
obtuvo información para determinar cuáles son las
posibles prioridades de los comunitarios y de su
entorno.

  1. Comportamiento relativo de la biodiversidad
    (diversidad β)

En la Tabla 1 se puede observar la cantidad de especies
del reino vegetal y animal que cohabitan con el cultivo del
marañón, se destaca con una mayor cantidad de
individuos la especie A. occidentales con 155 individuos,
así como una amplia gama de plantas madereras,
medicinales, melíferas y algunas especies de pastos;
además de un alto grado de endemismo en la zona. La
mayoría de ellas sin la presencia del
marañón, probablemente hubiesen tenido dificultades
para sobrevivir y adaptarse a otras condiciones
ecológicas. Todas en su acción conjunta e interacción, forman parte de la
biodiversidad de esa área, y contribuyen a la
incorporación de biomasa al suelo, lo que favorece a su
conservación.

Tabla 1. Relación de especies presentes en las
áreas de estudio

Reino vegetal

Familias

Géneros

Especies

Nombre

vulgar

Individuos

(NO)

Propósito

Anacardiaceae

Anacardium

Manguifera

A. occidentale (L)

M. indica (L)

Marañón

Mango

155

27

Alimentación

Medicinal

Melíferas

Meliaceae

Cedrela

Swietenia

Trichilia

Cordia

C. adorata (L)

S. magahoni(L)Jacq

T. hirta (L)

C. gerascanthus (L)

Cedro

Caoba

Jubaban

Baria

5

11

6

9

Madera

Medicinal

Rutaceae

Zanthoxylum

Zanthoxylum

Z. fagara(L) Sarg.

Z. mantinicense (Lam)DC

Amorosa

Ayua

14

3

Medinal

Postes

Simarabuceae

Picramia

Simaruba

P. pentandra SW

S. glauca. DC

Aguedita

Gavilán

16

13

Postes

Papilionaceae

Brya

B. microphylla Bisse

Garanadillo

10

Maderable

Sapindaceae

Cupania

C. americana

Guaramo

5

Maderable

Bixaceae***

Cochlo

C. spermum vitifohum(Willd)Spreng

Palo bobo

10

(2)

Maderable

Dileniaceae***

Curatella

C. Americana (L)

Peralejo macho

43

(10)

Maderable

Mimosaceae

Pithecellobium

P. arboreu (L)

Morrurojo

3

Maderable

Esterculiaceae***

Guazuma

G. tomentosa H.B.K

Guasima

12

(6)

Maderable

Sapotaceae

Chrysophyllum

Ch. caimito L.

Caimitillo

9

Maderable

Bombacaceae

Ceiba

C. pentandra (L)Gaertn

Ceiba

2

Maderable

Borraginaceae

Ehretia

E. tinifolia (L).

Quiebra hacha

21

Maderable

Anonaceae

Oxandra

O. lancelata (SW) Baill.

Yaya

11

Maderable

Sesalpinaceae

Albizia

A. cuba
cubana Britt.

Bacona

4

Maderable

Graminaceae***

Paspalum

Dicantthium

P. notatum

D. caricosum

Sacasebo

Jiriibilla

34

(25)

46

(45)

Pasto

Malpiginaceae

Byrsonima

B. coriacea(SW)Nds

Peralejo

20

Medicinal

Rosaceae

Didymopanax

D. morototoni (Augl).

Yagruma macho

8

Medicinal

Eritroxilaceae

Erythrxylon

E. longipes Schulz.

Jiba

5

Medicinal

Total

20

 

27

   

Reino animal

Familias

Géneros

Especies

Nombre

vulgar

Columbidae

Goura

Columba junoniae

Paloma

Paseridae

Paseriforme

Passer domesticus

Gorrión

Troquilidae

Calypte

Calypte helenae

Zun zun

Formicidae

Atta.

Pogonomyrmex barbatus

Hormigas

Gryllidae

_

Anarugrillus sp

Grillos

*** Los representantes estas
familias se encuentran en las dos áreas de estudio: en
conservación in situ y deforestada. Sin embargo, en
esta última solamente se encontraron las especies de
la familia
señalada.

( ) Cantidad de individuos que se muestrearon de
cada una de las especies vegetales.

3.2.1 Biodiversidad en las áreas de
estudio

3.2.1.1 Riqueza y uniformidad de la diversidad
biológica en ambos biotopos

Al analizarse los diferentes índices de
biodiversidad para cada área (Tabla 2), se observa que en
el área conservada in situ se encuentra la mayor
cantidad de especies. Lo contrario ocurre en el área
deforestada, la cual posee valores de
biodiversidad muy bajos. Esto indica que las comunidades de
especies del área conservada in situ son muy
distintas a la del área deforestada, la mayor riqueza de
especies con que cuenta el área en conservación
in situ se debe a que los bosques, y en especial los
bosques tropicales, contribuyen más que cualquier otro
bioma terrestre a los ciclos y procesos
relevantes del clima, y
también a los procesos relacionados con la biodiversidad,
lo que ha sido llamado "servicios de
los ecosistemas
forestales" (Constanza et al., 1997; Pearce y Pearce,
2001; Pearce y Moran, 2001). Apaña (1998) señala
que el reemplazo o eliminación de poblaciones, la tala
indiscriminada de árboles, el laboreo y el monocultivo
reducen la diversidad biológica en cualquier
agroecosistema.

Tabla 2. Comportamiento de las especies vegetales en las
dos áreas evaluadas

Índice

Área conservada in
situ

Deforestada

Número de individuos (N)

502

88

Riqueza de especies (S)

27

5

Indice de Shannon (H?)

0.63755

0.21672

Lanner (1996) plantea que muchas plantas, especialmente
en bosques tropicales, necesitan la presencia de animales que
diseminen sus semillas. Sin miles de especies animales que
actúan como diseminadores de semillas, muchas de las
plantas del bosque no podrían reproducirse con éxito,
esto puede ser una de las causas del bajo contenido de individuos
con que cuenta el era deforestada. La interrupción de
tales servicios puede dejar grandes extensiones de bosque
desprovistas de plántulas y de árboles
jóvenes, y por lo tanto, incapaces de recuperarse
rápidamente del impacto humano (Gómez et
al.,
1972; Terborgh, 1990).

La conversión permanente de bosques a terrenos de
cultivo y pastizales, está asociada a: sobrepastoreo,
cultivos migratorios sin períodos de descanso, manejo
forestal no sostenible con malas prácticas de tala,
extracción excesiva de leña y carbón, la
sobreexplotación de los recursos no maderables, y la caza
menor y extracción de otros organismos vivos (SCBD, 2001).
Es por ello que la escasa cantidad de individuos que se
registraron en el área deforestada se vincula a las
razones antes mencionadas.

Otra de las causas de la deforestación y el bajo
contenido de individuos es que el
conocimiento tradicional sobre la biodiversidad se pierde
continuamente, y el conocimiento
científico sobre los "servicios" del bosque va
rezagado en relación a la capacidad humana de transformar
los bosques, así como la ausencia de información
sobre los beneficios de los ecosistemas biodiversos. Los
vacíos en el conocimiento
son el resultado de la falta de entendimiento de cómo los
componentes se ensamblan unos con otros e interactúan, y
sobre los cambios en el uso de los ecosistemas. Aún donde
se tiene el conocimiento tradicional o científico, este no
llega de manera eficiente a los decisores, quienes a menudo son
incapaces de desarrollar políticas
que reflejen los valores
científicos, económicos, sociales y éticos
de la biodiversidad. (SCBD, 2001).

La riqueza o diversidad de especies en el área
conservada in situ es muy superior al área
deforestada (Tabla 2), lo cual es confirmado por H?. Resultados
similares obtuvo Chávez et al. (2002) al realizar
el primer inventario entomológico en la región
semiárida nororiental de Guatemala en
tres asociaciones vegetales: rivera del río Motagua,
quebradas secas y bosque disturbado; quienes al aplicar H?,
determinaron que la mayor diversidad de especies se
encontró en la quebrada seca: 0.44. Le siguió el
bosque disturbado con 0.25 y 0.29 la rivera del río
Motagua.

Torres et al, 1999 al estudiar la biodiversidad
en dos bosques tropicales en la región de Barinas-Venezuela , en
explotación maderera y sin explotación,
respectivamente, encontró una mayor diferencia en la
riqueza de especies en el área no explotada con respecto a
la explotada. Dicho autor también al calcular H? en dos
bosques: uno en explotación y el otro en
conservación obtuvo 0.68 para el bosque en
explotación y 0.77 para el bosque sin explotar. El autor
antes mencionado en el bosque sin explotación obtuvo un
mayor número de especies que en el bosque en
explotación. Similares resultados obtuvieron Hubbell y
Foster (1996) en bosques de Barro Colorado en Panamá.
Torres et al. (1999), al calcular especies en bosques en
explotación y sin explotación obtuvo que H? fue de
1.00 para el bosque sin explotar y de 0.62 para el bosque en
plena explotación.

  1. Similaridad entre los dos biotopos o
    áreas de estudio

Existió gran diferencia entre las dos
áreas objeto de estudio (Tabla 3). Se debe a que la tala
en el área deforestada ha sido la causa fundamental de la
pérdida de la biodiversidad de especies, lo que coincide
con lo planteado por Bibbi (1992); el cual cita que la
destrucción del hábitat y la deforestación
es la mayor amenaza actual para la biodiversidad. Un estudio de
Conservación Internacional mostró que el 23.9% de
los sistemas
biogeográficos de La Tierra han sido completamente
transformados por el hombre. El
36.3% si se excluyen las superficies heladas, de roca y los
desiertos, el 24.2% parcialmente y sólo quedan bien
conservados el 51.9%; cifra que se reduce a sólo el 27% si
se exceptúan las superficies estériles. Sólo
quedan sin transformar el 51.9% de las tierras emergidas,
aproximadamente 90 millones de km2.

Tabla 3. Similaridad de especies vegetales e individuos
en las áreas de estudio

Muestra (Área)

No de especie

No de
individuos

Conservada in situ

27

502

Deforestada

5

88

Especies comunes:
5

Índice de Sorenson:
0.313

Los dos procesos que atentan contra la persistencia del
conjunto de bienes y
servicios derivados del bosque son la deforestación y la
degradación de bosques. En todo el mundo, la principal
causa de la deforestación, entendida como una
pérdida neta de superficie de bosques, ha sido y es la
expansión de la frontera
agrícola. http://www.secyt.gov.ar/Planplur4/ncambiocap2.htm
.

La situación de los bosques y selvas en el mundo
es precaria y difícil, ya que cada año se pierden
miles de hectáreas por factores tales como el crecimiento
de la frontera agrícola, la tala inmoderada, el
crecimiento de la población, la ganadería no
controlada, los incendios
forestales y las inundaciones. Se calcula que la tasa mundial
de pérdida de bosques y selvas asciende a más de
16.1 millones de ha por año de vegetación natural,
de las cuales 15.2 millones se encuentran en zonas tropicales
(FAO, 1999).

De aquí se deriva la importancia de cuantificar
los recursos disponibles y crear estrategias de
producción para un desarrollo
sostenible, considerándose la situación de
deterioro ambiental y sus efectos en el mundo (Dhameja, 2000). La
agroforesteria debe ser tomada en cuenta como parte de estas
estrategias o como sistema de uso
sostenible de la tierra, porque abarca condiciones naturales,
ecológicas, productivas y sociales que mejoran el
bienestar de la población rural al conseguir un mejor
nivel de vida mediante la diversificación de sus cultivos
y la conservación de los recursos
naturales (Krishnamurthy y Ávila, 1999).
Además, contribuye a reducir la tasa de
deforestación, conservar la biodiversidad, mantener la
integridad de las cuencas hidrográficas y la estabilidad
del clima (Jha, 1996).

El índice de Sorenson (Tabla 3) denotó
baja similitud en las dos áreas de estudio, a pesar de
estar una tan cerca de la otra; lo cual es una medida de cuanta
erosión ha sufrido la biodiversidad donde se ha
deforestado. Los resultados de Grela (2003) muestran una alta
similitud, pero en áreas con otras características.
El evaluó el estado
sucesional de un bosque subtropical de quebradas en el norte de
Uruguay, en
una zona que fue explotada con fines madereros por 13
años, y otra conservada totalmente; el índice de
Sorensen entre ambas fue de 0.84, es decir, que presentan una
alta similitud florística.

 

Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter